El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, la cual incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social, impactando en la forma en la que sentimos, actuamos y pensamos. En 1995 la FMSM (Federación Mundial para la Salud Mental) y la OMS (Organización Mundial de la Salud) declararon este día con el objetivo de contribuir a la toma de conciencia sobre los problemas de salud mental, eliminar los estigmas en relación a este tema e incluso para visibilizar la falta de inversión en salud mental.

Sin dudas la pandemia de COVID-19 está teniendo,  de una forma u otra,  un gran impacto en nuestra salud mental. Los aislamientos, el teletrabajo, la educación a distancia, las limitaciones en la vida social y la constante información en los medios de comunicación conforman desafíos para nuestra salud mental.

Alrededor de 1.000 millones de personas en el mundo tienen algún trastorno mental, siendo la depresión y ansiedad los más frecuentes. Aproximadamente 700.000 personas se suicidan cada año, es decir, un suicidio cada cuarenta segundos.

A pesar de esto, los países invierten en promedio menos del 2% de sus presupuestos sanitarios en salud mental. Desde lo estatal podríamos esperar y exigir que se implementen políticas públicas dado que existen múltiples estrategias e intervenciones intersectoriales muy eficaces de promoción, protección y tratamiento de salud mental.

Los trastornos mentales tienen tratamiento, ya sea psicoterapéutico, con medicación o una combinación de ambos, ayudando a mejorar considerablemente la calidad de vida con el tratamiento correcto.

Más allá de tener dificultades o no, podemos empezar a prestar atención a cómo nos venimos sintiendo y reflexionar sobre esto, así como también priorizar conductas de autocuidado, aunque sea de manera preventiva. Además, podemos estar atentos a quienes nos rodean, tratar de identificar si algún ser querido está pasando por un mal momento, preguntarles cómo se sienten y si podemos, ayudar de alguna forma.

La salud mental es una parte integral de la salud: no hay salud sin salud mental.